Masia de la Roqua se encuentra en Olivella, un municipio de la comarca del Garraf situado entre Barcelona y Tarragona.
Esta población se encuentra en medio del bello Macizo del Garraf, y es un pequeño pueblo con mucho encanto.
Historia
La masía está construida sobre un acantilado de roca, encima de un meandro de la riera de Begues. Desde su inicio, la edificación cogió el nombre de Masía de la Roca.
Los primeros indicios que se tienen de la existencia de la masía son de 1164, por parte del alcalde Urgelli (Urgell). El nombre de la bodega proviene de 1549, cuando en el censo se menciona a Antoni Seriol en el “loco vocato la roqua” (que quiere decir, “lugar conocido como la Roca“). Este es el origen del nombre Masia de la Roqua.
El cultivo de la viña tiene una larga historia. El primer documento que da constancia de este cultivo dice lo siguiente:
“Antoni Raventós confiesa haber comprado a los Suriol, en 1678, todas las casas o masías, así como las piezas de tierra, viñedo, huerto y posesiones cultivadas y baldías, matorrales, montañas y llanos”. Cita de Vicenç Carbonell, junio de 2015.
De todas formas, estamos seguros que se trabajaba la viña mucho antes.
Cultivos
Los cultivos son los tradicionales de un clima mediterráneo, es decir, olivos, almendros y, lógicamente, el viñedo. Antiguamente también se disponía de algunos campos de cereales.
Macizo del Garraf
El Macizo del Garraf es una sierra, situada entre Barcelona y Tarragona; al norte tiene la Sierra del Ordal y al sur el Mar Mediterráneo.
Las montañas, que a veces superan los 500 metros de altitud, son de tipo calcáreo, con gran cantidad de simas y cuevas. En medio, circulan pequeños torrentes y rieras.
Bosque y su vegetación
El bosque es un fiel compañero de nuestros viñedos. La gran mayoría están en contacto con él, lo que facilita la interacción entre la vid y el monte, para así crear una gran biodiversidad.
En el bosque encontramos pinos, robles, encinas, entre otros, acompañados por muchos arbustos y plantas aromáticas, típicas mediterráneas, por ejemplo, el romero, la lavanda, o el característico palmito, autóctono de la zona.
También viven gran diversidad de animales: conejos, águilas, zorros, jabalí… así como diferentes reptiles, pájaros, etc.
Las construcciones de piedra
Las construcciones de piedra siempre han sido habituales en este territorio, por su gran abundancia. Así encontramos el tradicional margen de piedra y también las barracas.es.
